Un demonio que, cansado y aburrido de estar en el infierno decidió darse una vuelta por la tierra para ver a quien podía hacer daño.
El demonio se metió en un chico, se adueñó de su alma, de su mente y de su corazón, y de la noche a la mañana, éste hizo toda clase de barbaridades a su entonces novia con la que llevaba cinco años y tenía una relación estable y con vistas de futuro, hasta que la hundió por completo y la metió en un pozo de donde no podía salir, pero como aún le parecía poco, cerró el pozo por arriba para que además se quedara en la más absoluta oscuridad.
El único consuelo que le quedó a ella es pensar que nunca se volverían a cruzar en el camino puesto que ambos irían a parar a sitios muy distintos, al cielo ella, al infierno él. Y aunque esto le dolía, sabía que la persona por la habría dado su vida no era él, sino un demonio que lo había reemplazado y al que tanto amó no vería más.
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