Si alguna vez has leido el famoso libro de El retrato de Dorian Grey, recordarás que era espectacularmente joven y guapo aunque pasaran años y años, pero cuando se miraba al espejo podía ver cómo era realmente él, su alma podrida, egoísta, maliciosa ...
Este libro no se aleja tanto de la realidad, y aunque la gente lo toma como una metáfora, es más realidad que metáfora.
Independientemente de lo que nuestro cuerpo refleje, el espíritu, el ánima, y el alma, pueden tener una edad muy distinta.
El espíritu es tu ser de luz, algunas personas han podido contemplarlo y parece ser tu propia imagen con una belleza increíble, y radiante de luz, es el reflejo de nosotros mismos pero en un estado superior, al que quizá no lleguemos si estamos muy "apegados" al mundo físico en el que vive nuestro cuerpo.
El ánima es sólo nuestro estado anímico, se mueve en el terreno de las emociones, no de los sentimientos, y existe en nosotros estando en el mundo como seres vivos, o incluso cuando ya no estamos vivos. Mientras estamos vivos, nos domina por completo la vida, es el responsable de la baja o alta autoestima, de que podamos sentir envidia, celos, rencor ... a nuestro alrededor, no es que lo seamos nosotros si no que lo sentimos en el entorno.
El alma, hasta los animales la poseen, todo lo que somos en vida es momentáneo, pero lo que somos en verdad, es nuestro alma, y somos inmortales, no nos dejamos llevar por ningún vicio, ni tenemos hambre ni sed, ni hace falta que durmamos, esto sólo lo necesita nuestro cuerpo, nosotros no.
Pero no todas las almas están limpias, porque según el uso que le hayas dado a tu envase, a tu cuerpo, serás dign@ o no de encontrar la paz. Aquellas personas que han hecho mal uso del envase, o que han hecho daño a otras almas, no pueden contemplar la misma belleza.
¿Dónde van a parar las almas? En una ocasión pude verlo, pero no lo puedo recordar todo, tan sólo que había mucha mucha gente alegre, buena, con ganas de ayudar y de enseñarte lo que hacían. Estaban en una especie de chalet o casa muy grande, sin techo, no existía la noche, y cada uno se dedicaba a hacer algo para los demás.
A todos nos gustaría ser siempre jóvenes, no envejecer nunca, y lo que no sabe nadie es que nosotros tenemos la capacidad necesaria para no envejecer, si no maltratas tu cuerpo, tu ánima, tu alma, tu espíritu, permanecerás siempre joven.
Lo que envejece el cuerpo es la mala alimentación, los vicios, las banalidades, la búsqueda de la adrenalina, el creer que no hay que dejar escapar las oportunidades sexuales y aprovecharlas todas, el dejar que éste y otros vicios nos dominen (sexo, drogas, alcohol, juego, tabaco ...), etc.
Lo que envejece el ánima es dejar que las emociones nos dominen, dejar que la angustia y el dolor se apoderen de nosotr@s y que la maldad de los demás nos venza.
Lo que envejece el alma es haber sometido el cuerpo a maltrato físico, denigración propia y de otras personas.
Y lo que hace que nunca podamos llegar a nuestro Ser de Luz o Espíritu, son los sentimientos que tenemos dentro de nosotros, y que podemos o no expresar en forma de emociones. Todos nacemos iguales, limpios, inmaculados, sin maldad, inocentes, dignos. Nuestra es la responsabilidad de permanecer así o de corrompernos, la raza humana es una especie muy inferior a la espiritual, no te conformes con ser sólo eso, pues tienes los días contados, y eres un simple mortal, cambia tu forma de ver las cosas, adéntrate en la realidad y ayuda a los demás a encontrar la suya, porque si no, nunca podrás llegar a ser inmortal como lo es tu Ser de Luz.
Por supuesto todo esto resbala en la gente que aún no es consciente de lo que es, aunque crea que sabe más que nadie, pero ese es su problema, mientras piensen que ya lo saben todo, no aprenderán nada, y créeme, no saben nada de nada.
Intenta dejar atrás los prejuicios, los materialismos, tu cuerpo corrupto y mortal, intenta y aprende a meditar para encontrarte contigo mismo, al principio cuesta, después le verás sentido a todo, y querrás que tus seres queridos lo hagan también, porque serás feliz y querrás la misma felicidad para ellos. No hace falta creer en ninguna religión, sólo en tu espíritu, ahí está la clave de todo y las respuestas a todo.
Y nunca te burles de las personas que piensan, sienten, creen y actúan diferente, porque no tienes ni idea de cómo ni dónde está su espíritu ni dónde ni cómo está el tuyo, tal vez ellos son los que deberían mofarse de ti por ser tan estúpido, así que en vez de juzgar a los demás y creerte mejor que ellos, analiza si tú eres y tienes la suficiente sabiduría para hacerlo o por lo contrario eres más bien un torpe y cerrado de mente.
