Sin memoria está claro que no hay pasado, se pierde nuestro pasado cuando lo olvidamos, aunque lo que no está tan claro es si esto siempre es un error del cerebro porque a veces es mejor olvidar, es un mecanismo de defensa en muchos casos porque hay situaciones amargas que es mejor no volver a ellas, y en otros casos nos sirve simplemente porque si memorizamos cosas no muy relevantes, no nos queda tanto espacio para guardar en la memoria otras cosas de mayor relevancia, la importancia y relevancia desde luego, es algo subjetivo que cada uno hace sin percatarse demasiado de lo que selecciona y lo que no, pero automáticamente nuestro cerebro sabe si ha de guardarlo o no.
A estos olvidos selectivos se les denomina errores y hay de dos tipos;
Los errores por omisión:
Transitoriedad
Se refiere a que lo que vivimos se pierde con el tiempo, conforme pasa más y más tiempo, los detalles de cada situación se van olvidando, perdiendo, y al final nos quedamos sólo con la percepción general del hecho, cuánto más tiempo pasa, más borroso tendremos el recuerdo.
Ejemplo: la celebración de un cumpleaños. Podemos recordar que se celebró en lugar concreto si no hace mucho tiempo, pero al pasar más años, no recordaremos dónde fue aquel evento, como tampoco recordaremos qué personas acudieron exactamente.
Distractibilidad
Este error se da porque no prestamos atención muchas veces a lo que hacemos y por tanto no se almacena en la memoria.
Ejemplo: cuando llegamos a casa y solemos dejar las llaves en un lugar concreto, como es una costumbre, siempre acudiremos a ese lugar a buscarlas, pero si un día estamos por ejemplo hablando por teléfono y le prestamos atención a la conversación y no a lo que hacemos con las llaves, tal vez las dejamos en otro lugar que nos viene de paso en la casa, y cuando vayamos a buscarlas al lugar de siempre no las encontraremos y no sabremos dónde las hemos dejado.
Bloqueo
Se da cuando tenemos información almacenada pero ésta no sale cuando lo necesitamos, sabemos que la tenemos almacenada, eso lo recordamos, pero no nos sale exactamente el tema, nombre, etc concreto que en ese momento necesitamos saber y recordar.
Ejemplo: a veces sabemos el nombre de una persona que conocemos de hace bastantes años, pero como hace tiempo que no pronunciamos su nombre o no lo escribimos, se nos olvida momentáneamente, sabemos el nombre perfectamente pero nos salen otros nombres distintos.
Errores que se cometen por comisión:
Estos errores se pueden considerar “más errores” que los anteriores porque en cierta manera se cometen adrede, son buscados por nosotros mismos que olvidamos, creemos y distorsionamos los recuerdos según le convenga a nuestro cerebro, es una forma de equilibrar y estabilizar nuestra propia vida, tener una buena salud no sólo implica la salud física sino también la psíquica, y por ello, utilizamos esta serie de recursos que sanan y mantienen sano nuestra psique.
Olvidos
Somos capaces de olvidar las cosas porque no le damos importancia en el momento en que suceden, podemos recordar algunas pero en un plano general, es decir, la idea global de la situación, pero sin embargo, los detalles no los recordamos, tenemos que hacer bastante esfuerzo por intentar “volver” a la situación, hacer un “flashback” para buscar pistas que nos lleven a aquel recuerdo general y así nos pueda dar los detalles.
Ejemplo: No es fácil recordar los spots televisivos a no ser que nos llame especialmente la atención, si por ejemplo nos ponen una música de uno y quisiéramos recordar el nombre de la marca que sale en el spot, mentalmente empezamos a visualizar o, intentamos visualizar esa música buscando alguna pista, primero pensaríamos qué clase de producto era el anunciado, buscando en la música esta pista, una vez que sabemos el producto, volveríamos a intentar visualizar el spot, la música acompañada de imagen, intentando de nuevo buscar las pistas, y más tarde, podríamos recordar finalmente qué marca era la anunciada en el spot.
Atribución errónea
Se da este error cuando somos capaces de recordar la esencia de una situación, el sentido general de dicho momento, pero no prestamos especial atención a la fuente de tal información. Se recuerdan cosas pero las fuentes son incorrectas. Recordamos el sentido general porque nos interesa pero la fuente, que no era en ese momento tan importante, la olvidamos y la confundimos con otra fuente que asociamos por alguna razón de equivalencia, es decir, podemos recordar lo que nos dijo un amigo, pero confundirnos de amigo y creer que nos lo dijo otro distinto, pero también amigo.
Ejemplo: podemos recordar citas de autores célebres porque nos ha maravillado su sabiduría, y sin embargo confundir la cita de uno con otro autor célebre.
Sugestionabilidad
Este error se puede dar cuando una persona cuenta por ejemplo algo que no ha pasado nunca a otra persona y ésta, llega a creer que sí que sucedió a través de la imaginación, es decir, la persona que cree el hecho falso lo que hace es visualizar lo que le está contando la otra persona, a partir de ahí puede asociar toda clase de detalles subjetivos a esa historia falsa para darle una coherencia tal, que el sujeto acaba por creer firmemente que lo que se le cuenta es cierto porque tiene sentido, que ya se ha encargado de buscárselo con su imaginación y asociación de ideas y detalles de su propia vida, y después de imaginarse todo, llegar a creer que ha pasado realmente ese hecho e incluso confundirse y creer que él/ella ha estado ahí, viviendo el momento citado.
Ejemplo: si un grupo de personas quieren inventar una historia que supuestamente sucedió hace miles de años, se le da cierta coherencia y la gente pone de su parte el buscarla también, sabiendo costumbres de la época por ejemplo, así, llega a la conclusión de que la historia que se le ha contado no sólo ha podido ser real, sino que, llega a afirmarla rotundamente. Aquí se puede pensar por ejemplo en las distintas versiones de la historia de cualquier país, según interese, pueden haberse inventado ciertos detalles que con el paso del tiempo se han dado como ciertos sin tener documentación al respecto.
Sesgo retrospectivo
El error se da cuando poseemos ciertos recuerdos que son influenciados en alguna medida y además distorsionados por nuestras creencias, sentimientos, etc.
El sesgo afecta a nuestra percepción de las cosas, porque distorsionan el pasado y esto hace que influya en el presente.
Ejemplo: una persona que piensa durante mucho tiempo que no es capaz de aprender un idioma porque cuando lo intentó por primera vez se le dio mal, tal vez simplemente pensó que en comparación con otros conocidos no tenía tanto dominio, pero eso hace que durante todos esos años se repitiera a sí misma que no era capaz de aprender el idioma, y realmente, bloquearse de tal manera que le es difícil quitar esa creencia y empezar a reforzar el idioma.
Esther Gómez Solaz
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