Practica la felicidad ... Relaciones

Conceptos equivocados ...

Si eres de los que piensa que necesita estar con alguien para ser feliz, no tengas pareja porque no te va a funcionar esa filosofía nunca. Tampoco sirve lo de querer a alguien que te haga feliz, porque no es obligación de otra persona el hacerte feliz, eso lo debes hacer tú, primero sé feliz tú y aprende a serlo (por ti mism@), y después podrás compartir con otra persona que también es feliz por si misma esa felicidad multiplicada por dos.

Recuerda: se comparte la felicidad, no se crea a partir de la relación y como consecuencia de ella. Se ha de tener esa felicidad dentro y fuera de un@ mism@, tanto por parte de un@ como del otr@.

Pretender que otra persona nos haga felices y llene todas nuestras expectativas es una fantasía narcisista que sólo trae frustraciones, nunca se está satisfech@ con lo que la otra persona nos da. 

Ninguna relación te dará la paz que tú mism@ no has sabido crear en tu interior. 

Ninguna relación te brindarà la felicidad que tú mism@ no has sabido construir

No te frustres ni tengas prisa por estar con alguien y por enamorarte, no puedes obligarte a ti mism@ a una cosa tan grande que requiere tanto esfuerzo y responsabilidad sin estar preparad@ para ello. Estar con una persona no es un juego, es una gran implicación que posee consecuencias y que siempre hacen daño a alguien por meternos en obligaciones que no vamos a cumplir, y que de hecho desde el principio muchas veces, ya sabemos que no vamos a cumplir.

Necesitas saber valorarte para poder valorar a los demás, quererte para querer, respetarte para respetar y aceptarte para aceptar a la otra persona. Porque nadie sabe ni puede ofrecer algo que no tiene dentro de sí mism@. 

Sólo cuando se está bien con un@ mism@, puedes estar bien con los demás, si sabes manejar tu soledad, sabrás manejar una relación, si  no puedes estar sol@ es que no estás capacitad@ para estar con otra persona. No seas tan egoísta, hipócrita, inmadur@ e irresponsable de empezar algo con fecha de caducidad. Romper una relación es la excepción, no la regla, y mientras no sigamos esta filosofía, todo serán decepciones que la humanidad no sabe aceptar ni combatir, ni ponerle fin. No es casualidad que hayan tantas separaciones y divorcios, infidelidades y rencores, y que nadie ponga la mano en el fuego por nadie.