(Críticas a la Sociedad de la Información)
No podemos hablar de sociedad de la Información sin hacer referencia a las nuevas tecnologías puesto que la nueva sociedad de la Información se basa en ellas para su desarrollo.
No podemos hablar de sociedad de la Información sin hacer referencia a las nuevas tecnologías puesto que la nueva sociedad de la Información se basa en ellas para su desarrollo.
El punto de partida del concepto lo podemos buscas en otro concepto, el de globalización, en este caso informativa.
Si nos detenemos un momento a analizar y entender lo que es la globalización, vemos que, éste consiste en un modelo de gestión de la corporación que trata de restar competencia a través de la integración de empresas, pero no ya en el ámbito regional o nacional, que quedaría pequeño en término de empresa, si no, una integración mundial o global de empresas, de modo que ya no se trataría de empresas individuales que compiten en mercados nacionales e internacionales contra múltiples empresas, de esta forma se convierten en una gran “masa” de empresas que juntas conforman una sola, una empresa multinacional que sobrepasa barreras geográficas y políticas. Lo que se consigue así, es que la competencia se reduzca notablemente y que las multinacionales sean empresas muy fuertes con establecimiento y peso en todos los países del mundo.
La globalización es un fenómeno que no sólo lo emplazaría en el mundo empresarial, también se puede ver cómo todas las personas, poco a poco, nos adentramos en ese fenómeno casi sin darnos cuenta, aquí es donde entraría en juego el papel que ejercen los medios en nuestras vidas.
No está únicamente globalizado el planeta en cuanto a productos, también lo estamos las personas, ¿por qué?, porque el papel que juegan los medios de masas en este proceso de globalización ha sido fundamental, los medios no sólo se dirigen a “la masa”, ellos mismos crean “masa”, en el sentido que provocan en cierto modo una misma forma de pensar en todos, unos mismos hábitos de conducta, unas mismas formas de reaccionar ante las cosas, una misma forma de sentir y apiadarnos de los demás, unas mismas ideas de justicia y de derechos, e incluso una misma ideología política, no sólo hay productos de moda, también hay pensamientos de moda, y si no piensas igual, no tienes cabida en este mundo global. Es decir, que la globalización de la comunicación a cargo de los medios se revela como una tendencia hacia el establecimiento de una cultura global.
¿ Otra sociedad de la información es posible ?
La Sociedad de la Información es uno de tantos conceptos, al igual que sucedió con Postindustrial, Globalización o Sociedad del Conocimiento, que han sido pervertidos por un uso político y mediático.
El concepto de Sociedad Global de la Información es el resultado de una construcción geopolítica e ideológica que, disfrazada con un tono de cambio, modernidad, tecnología y utilitarismo, ha conseguido dominar el mundo.
Con la intención de realizar una Genealogía de la Sociedad de la Información, Mattelart (en su obra sobre la historia de la sociedad de la información) se remonta a la Ilustración.
Los pensadores que conocemos como ilustrados tomaron el culto al número de la escuela pitagórica, que derivaría en la centralidad que la lógica binaria tiene en la tecnología, pero también toda una serie de teorizaciones entorno a la necesidad de una lengua universal, la construcción del Método científico o la construcción de un sistema métrico universal.
De ahí que se les sitúe como primer punto en la historia de donde arrancan algunas de las características de la Sociedad de la Información.
Por su parte, Saint-Simon supone el primer sistematizador que emplea la metáfora de la red, aplicada en este caso a la organización y basándose en las redes de transporte.
La obra de Mattelart concluye apuntando el peligro que supone caer en el discurso de la Sociedad de la información sin un talante crítico, ya que la sociedad de la información que se ha popularizado se refiere a un proyecto que no beneficia a la mayoría, sino que se ha construido sobre el mito de que va a beneficiar a la mayoría, es decir, tiene una fuerte carga ideológica que es la misma que rige el mercado. Por lo tanto la sitúa en la órbita de la construcción neoliberal del mundo.
El dominio económico de la comunicación es la base de la desigualdad y el control social. El desarrollo de la sociedad informacional está revolucionando el modelo tradicional de mediación, y el sentido mismo de la información. Pero el peso de la mayoría de los análisis de la globalización mediática recae en el factor tecnológico.
El trabajo de Manuel Castells representa el ejemplo más claro y acabado de descripción y definición conceptual de la sociedad.
La sociedad-red según Castells, se define por “la preeminencia de la morfología social sobre la acción como conjunto de nodos interconectados en los que la conexión anula la distancia, esto es, la intensidad y frecuencia de la interacción entre dos puntos o posiciones sociales se ve radicalmente alterada.”
Así, la idea de la red es de este modo un factor que constituye, como metacategoría, los cambios político-económicos, sociales y por supuesto, comunicativos, que emergen con el desarrollo del proceso globalizador.
La máxima expresión y prueba de esta lógica de la globalización de la sociedad, es Internet.
Los medios son, o deberían ser, tecnologías para la libertad, formas concretas de progreso y acceso a la cultura. Los nuevos dispositivos mediáticos son una forma de saber y transformación, tanto como una herramienta de poder y control de la mediación social.
Pero el concepto que tiene la población, y el que interesa al poder que tengan es otro distinto. A la población le llegan las nociones de gratuidad de la información, libertad de expresión, democratización de la cultura, desarrollo tecnológico y económico, etc.
Lo cierto es que la acción conjunta de las NTIC y el desarrollo expansivo de los intercambios económicos internacionales han favorecido una profunda reestructuración del trabajo intelectual y del campo de la cultura, en el proceso de ampliación del capitalismo que se globaliza a todos los campos y extiende su idea de producción también a la cultura e incluso a la propia sociedad.
Esther Gómez Solaz
Fuentes:
Trejo Delarbre, Raúl (2001). Vivir en la Sociedad de la Información. Orden global y dimensiones locales en el universo digital. Revista Iberoamericana de Ciencia, tecnología, sociedad e innovación. Número 1, septiembre-diciembre de 2001.
MATTELART, Armand, 2002, Historia de la sociedad de la información.
Esther Gómez Solaz
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